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COMO LA LEY DE HERODES: O LA ACATAS O TE J*DES

 

En México, cuando una cartera crediticia se ha vencido, los despachos de cobranza son los encargados de recuperar el monto adeudado. 

 

Las principales formas de cobranza son el acoso, ya sea telefónico,  escrito o personal. La abogada litigante en materia civil, familiar, mercantil y laboral de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Evelyn Cortés Cortés, asegura que “el hostigamiento, el acoso e incluso las amenazas por parte de tiendas o bancos, son un delito y se emplean para tratar de intimidar al deudor”.

 

En ocasiones, con la finalidad de doblegar al adeudado, se recurre a chantajes que se respaldan en formas legales ficticias. Por medio de engaños, tretas y presiones, algunos dejan a la raza, enferma y vacilante, para evitar el calificativo más pobre.

 

En el Artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se estipula que “nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito por la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento” (reformado el 18 de junio de 2008); es decir: ninguna institución debe poner en marcha métodos que agravien a las personas, puesto que esto es un delito y una falta. ¿Quién puede hacerse cargo de dichos deudores? Según la abogada Cortés “cualquier abogado postulante”.

 

Por otra parte, las extorsiones, vistas como el cobro de forma ilegal y amenazadora de forma extrajudicial en manos de los representantes de cuentas, también vislumbran en estos mares; dotados de chantaje, difamación y calumnias, estas prácticas son una violación muy recurrente.

 

Este tipo de acciones suelen intentar sustentarse bajo la usurpación de funciones públicas o de profesión para imputaciones extraoficiales, por ejemplo, el embargo

 

Para que éste pueda llevarse a cabo debe haber un escrito de demanda ante alguna autoridad correspondiente; sin documentos que comprueben la autenticidad, esta actividad es calificada como robo y está tipificado como violación, según compete al Artículo 17 de la Constitución.

 

El capítulo segundo del Artículo 189, del Código Penal del Estado de Jalisco estipula (posterior a una demanda penal por extorsión), que si el extorsionador consigue su propósito, se le impondrá de uno a nueve años de prisión, y en caso contrario, si no se consigue el cometido, se impondrán de seis meses a seis años de prisión sólo por haberlo intentado.

 

ASIMISMO EL ARTÍCULO 16 IMPONE QUE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA PODRÁ PRACTICAR VISITAS DOMICILIARIAS ÚNICAMENTE PARA CERCIORARSE DE QUE SE HAN CUMPLIDO LOS REGLAMENTOS Y LOS TRÁMITES CORRESPONDIENTES, ESTO CON LA DOCUMENTACIÓN NECESARIA QUE  ACREDITEN EL SUCESO Y ACATAMIENTO A LAS DISPOSICIONES.

 

 LA COMISIÓN NACIONAL PARA LA PROTECCIÓN Y DEFENSA DE LOS USUARIOS DE SERVICIOS FINANCIEROS (CONDUCEF), NOS PROPORCIONA UNA TABLA DONDE SE ENLISTAN REGLAMENTOS Y VIOLACIONES  DE LOS  DESPACHOS DE COBRANZA.

Muchas personas se llegan a sentir agredidas cuando tratan con el departamento de cobranza, esto no siempre quiere decir que el personal realmente esté siendo hostil. Si te ha pasado al punto de acudir con las autoridades, tal vez te identifiques con el caso de Claudia.

 

 

EL INTERÉS QUE SE PAGA CON FAVORES

 

La señora Claudia Delgado Jiménez tiene una característica que, otorgándole el lujo de la redundancia a este texto, la caracteriza en particular: es vigorosa, hercúlea. Lleva sobre los hombros (tan literal como metafórico) a sus tres hijos, un negocio de materiales de construcción y una deuda por más de 120 mil pesos.

 

Un día de abril de 2012 se identificó a su puerta Juan Ramón Castillo, representante y jefe de cartera, para las nuevas aperturas y créditos de  Elektra en Tultepec, en el Estado de México. Claudia asegura que, muy amablemente, se le ofreció un “préstamo personal” de 10 mil pesos; el cual rechazó.

 

Unos meses después, a mediados de junio, uno de sus hijos fue hospitalizado y diagnosticado con diabetes. El imprevisto le costó a la señora Delgado una visita fugaz con Marisol Pedraza quien, en ese momento, era ejecutiva en el área de cuentas de la tienda Elektra en El Real. Ese mismo día, con una copia de su INE más  un comprobante de domicilio, obtuvo un préstamo de 25 mil pesos  y una tarjeta grabada con las palabras: Banco Azteca.

 

El plan de pagos de Claudia consistía en 20 pagos de 2 mil pesos semanales, 40 mil en total.

 

Claudia empleó el dinero del préstamo para cubrir gastos generados por la enfermedad de su hijo y “piquitos que tenía por ahí”, dijo.

 

Meses después, Juan Ramón volvió a casa de Rosario Delgadillo para ofrecer una renovación, un incremento crediticio: 20 mil pesos más un “supuesto seguro” con valor de 15 mil pesos. Esta vez, a diferencia de la primera oferta, aceptó al instante.

 

“Desafortunadamente en mi ignorancia y en mi apuración de tener el dinero, nunca tuve cuidado de leer el contrato, ellos nada más sacaban el papel. ‘Fírmeme aquí, rápido’, porque, eso sí, el trámite tenía que ser así (chasquidos), rápido. Cuando iba a la tienda Marisol  y Leonor (compañera de trabajo) nunca me hablaban claro. Cuando llegaba a la tienda me decían: ‘ya está’, me mandaban a la caja, se ponían de acuerdo con la cajera; ‘le vas a dar nada más tanto, le vas a descontar tanto’, me metían al baño y en el baño yo le daba el dinero a ella (Marisol) y me salía como si nada”. Así transcurrieron dos años de vida y economía de Claudia Delgado y su familia; sin embargo, la oferta recién comenzaba.

 

En el 2014 un cambio dentro de la organización administrativa de Elektra modificó el puesto de Juan Ramón, asignatura que lo acercó como cobrador a la puerta de casa de Claudia, ese mismo año se aprobó una tercera renovación: la cuenta estaba cargada por 45 mil pesos (más) y el seguro subió a 17 mil pesos (también, más), o sea, según Claudia: "extrañamente disque ese seguro también iba subiendo y no me explicaban más que era para un amparo de la cuenta".

 

Quizá la pregunta obligada sería: ¿Por qué? ¿Por qué aceptar un crédito que no quizá necesitamos? ó ¿Para que otorgarlo? Quizá Claudia, como Thalía, sólo quería "vivir el momento".

 

 

 

En diciembre de 2014 las ventas del negocio de Claudia bajaron de manera considerable; siendo este su único sustento y aunado a la condición diabética de su hijo, por primera vez se sintió presionada para efectuar sus pagos y su cuenta registró los primeros atrasos.

 

”Ramón comenzó a dar lata ya en Diciembre, hasta eso él se ponía a veces muy pesado, a veces no, no llegó a agredirme porque, con las propinas o con el material que me pedía de la tlapalería, se calmaba, me decía: ‘Oiga necesito este material, pero este… pero pues es que no traigo’, y yo, ‘Pues bueno, ¡ahí luego me lo da! No se preocupe’, ya para que me dejara en paz”. Claudia estima que le dio a Juan Ramón alrededor de 2 mil 500 pesos en efectivo, sin contar el precio del material de la tlapalería que le ofrecía cada vez que se presentaba a cobrar su deuda (la moraleja se cuenta sola e incluso antes de acabar la historia).

 

En una cuarta renovación la cuenta incrementó con 60 mil pesos más el precio del seguro (del cuál no recuerda el monto) - sí, doña Claudia es un amor, ella no sabe cómo ni cuándo se usa el NO-. De este nuevo crédito empleó la cantidad de 25 mil pesos para surtir su negocio -sí sabe cómo y cuándo usarlo- y dejó el resto como un respaldo.

 

Tiempo después fue notificada de un adeudo de 124 mil pesos; su deuda se multiplicó diez veces más al saldo original en tan sólo tres años. Ella asegura que sus gastos no exceden los 57 mil pesos: 20 mil pesos para cubrir los gastos de salud de su hijo, 25 mil destinados al negocio y 13 mil pesos para comprar un televisor y una consola de videojuegos (nunca debe faltar una en casa, ya sabe, para cualquier imprevisto). Hasta ahora ha pagado 34 mil pesos del total de su deuda, sin contar las “propinas” para cada renovación, los seguros, el material de su negocio ni el dinero en efectivo que se llevaba Ramón.

 

De las últimas veces que se presentó en el domicilio de Claudia (para variar) el señor Juan Ramón Castillo fue para mostrarle a tres mujeres, una de ellas, después, sería la encargada principal de gestionar la preciosa cuenta (al igual que Marisol, posterior a esto, Juan Ramón se desaparecerá), su nombre es Nelly Beltrán y “ella desde el principio fue muy agresiva”, dijo Claudia. Las otras dos eran Karina y Jazmín, ambas empleadas de la tienda, más nunca mencionaron un puesto en concreto dentro de ella.

 

Un lunes 4 de mayo se presentaron a su hogar con una actitud -que Claudia percibió como- agresiva Nelly, Jazmín y Karina. Le pidieron que, por la comodidad y prudencia de sus gritos, se acercara a la puerta de su negocio. Ella se negó a abrirles a pesar de la insistencia de Jazmín, que exigía con rudeza que se le permitiera el acceso. Claudia, que se encontraba en la sala administrando la insulina a su hijo, al final accedió a sus demandas (al cabo que no se ve muy bonito que le estén gritando a uno que "pague lo que debe").

 

Las cobradoras le exigían la cantidad de 7 mil 500 pesos para evitar que fuese llevada a la cárcel; la mujer se negó: “Le dije: está bien, llévame, nada más dame 5 minutos para que alguien venga a quedarse con mi hijo”. Ante esta respuesta, la amenazaron con ser detenida por agentes particulares del corporativo Elektra que, según las declaraciones de Jazmín y sus compañeras, tratarían esta situación con mayor seriedad. Ella se mantuvo firme y no les pagó.

 

“¡Eres una ratera, una muerta de hambre! Nada más estás causando lástimas y vamos a entrar a tu casa, para ver que me voy a llevar ahorita, para que se pague la cuenta”, fue lo que le Claudia afirma que se le dijo. Entraron por la fuerza a su domicilio, asegura, registraron sus pertenencias y amenazaron con volver y embargar el refrigerador, su escritorio y el televisor, por mencionar algunos bienes: “¡No, por este refrigerador sí me van a dar una buena lana!”.

 

Ni Jazmín ni sus colegas se presentaron otra vez en el domicilio porque Claudia, cansada de la violencia, el acoso y la estafa que le atrajo dicha cuenta, decidió proceder con apoyo de la ley.

 

 

 

 

DON RAMÓN Y LOS TRES MOSQUETEROS

ESTE ESPACIO

ES PARA QUE QUE ¡APROVECHES EL OFERTÓN...!

BROMA. **BREAK DE HUMOR**

 

 

 

El 8 de Mayo, Claudia Rosario Delgado Jiménez asistió con la licenciada Laura (apellidos omitidos por seguridad -no les gusta que los anden difamando-), a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México en la agencia de Cuautitlán Izcalli para comenzar el proceso de demanda por acoso, extorsión y agravio con violencia contra la tienda departamental Elektra y sus empleados.

 

Como parte del proceso judicial y en respuesta a mensajes como: “¡O le paras o tus hijos pagan las consecuencias!”, la señora Delgado debe presentarse cada semana a ratificar su denuncia y deja su suerte en manos de la justicia.

 

Está dispuesta a pagar lo que ella considera que es su deuda, la deuda real. Así lo ratificó a Cesar Isaac Ortega, jurídico de Grupo Salinas: “Pero la cantidad que me están pidiendo, ¡no! (…) No me estoy negando. Aquí está el último pago que di, si se aplicó a mi cuenta o no, no sé, usted dice que se fue a la basura, pero yo no me estoy negando a pagar”.

 

Los agentes del ministerio público han pedido por escrito a la institución la presencia de las personas relacionadas en el caso con la finalidad de ratificar lo argumentado por Claudia.

 

¿CUÁL ES EL FIN DE LA DEMANDA? Delgado Jiménez sigue debiendo, Elektra seguirá cobrando. Ella recomienda a las personas que desistan de los créditos y, si no lo hacen, que se informen al respecto; en particular de los que ofrece Elektra que, según considera, es la peor tienda (sabrá Dios por qué): “Por los agravios que hicieron, las amenazas que están haciendo y para que deje de repetirse esto que están haciendo con otra gente”.

 

¿Será?

 

 

DESDE LA TRINCHERA DEL COBRADOR

Claudia Camarena Muñoz ha trabajado en el corporativo Coppel por cinco años, ella se desempeña en un puesto llamado "Clientes Nuevos" y se encarga de realizar los trámites para solicitar nuevos créditos en la tienda.

 

Atiende problemas relacionados a las tarjetas de clientes y actualiza la información de las cuentas. Explica que para autorizar un crédito en esta minoritaria son necesarios sólo dos sencillos pasos: primero solicitan los datos del cliente, después Coppel corrobora y determina si autoriza.

 

Entre los datos que el cliente debe presentar se encuentra su identificación oficial (INE), así como un comprobante de domicilio y demostrar un ingreso de 4 mil pesos al mes o superior; aunque no solicitan comprobante de ingresos, Coppel investiga el historial crediticio para confirmar dicho ingreso.

 

El siguiente paso le corresponde a un departamento llamado "Mesa de Control" que comprueba si los datos que da el cliente son verídicos, entonces se procede a investigar el historial en buró de crédito. Si el interesado pasa estos dos filtros, el crédito se aprueba. “Es cosa de cinco a diez minutos”, dice Camarena.

 

La palabra del cliente es lo más importante, ya que Coppel no pide avales, sino referencias, pueden ser una familiar y una ajena, ambas mayores de edad.

 

El monto del crédito autorizado depende de los ingresos del usuario: a quienes ganan  alrededor de 4 mil pesos al mes se les autoriza una cartera de 3 mil hasta 6 mil pesos. “De ahí varía mucho, existen créditos que autorizan por 7 mil, 8 mil, 10 mil, 12 mil y hasta los 20 mil pesos, según los ingresos, normalmente es cuando su buen historial se extiende por un periodo de un año”, explica Claudia.

 

La tienda se divide en dos sectores: departamental y mueblería. El primero oferta productos diversos como ropa, electrodomésticos, televisores, celulares y perfumes. Para adquirir cualquiera de estos artículos, el cliente debe pagar un diez por ciento del monto del producto (esto es el pago inicial), las mensualidades  se estiman en un diez por ciento del costo. En muebles, el pago inicial debe ser del 20 al 50 por ciento y las mensualidades, por igual, corresponden al diez por ciento.

 

En tanto, Susana Guarneros Guzmán quien ha trabajado para el Corporativo Coppel por más de diez años da cuenta sobre las tarjetas que se operan.  “Son tres los pasticos que se manejan, la tarjeta departamental, la de Bancoppel y la de ahorro, esta última no genera anualidad y la tramitas con los mismos documentos y un pago de 30 pesos”.

 

La diferencia entre la tarjeta departamental y la de Bancoppel consiste en que la primera sólo sirve en los establecimientos de la minoritaria. Con la segunda es posible hacer retiros en los establecimientos vinculados a VISA. Ambas con una tasa de interés del 5.9 por ciento por el uso mensual.

 

Existe un tercer crédito, está dirigido a los menores de edad. El llamado ‘Credito Joven’  se tramita con el acta de nacimiento del interesado, una copia del padre o tutor y el comprobante de domicilio, el monto de éste asciende hasta los tres mil pesos.

 

Según cifras del Banco de México (BANXICO), el número de tarjetas aprobadas por Coppel en 2014 correspondía a un millón 60 mil 691, es decir, 40 mil más que en 2013. En total, el saldo de crédito otorgado fue de cuatro mil 917 millones de pesos. En tanto, el 65 por ciento de los clientes de Bancoppel se considera ‘no totalero’ es decir, que no cubren el total de su cuota mensual. 

 

DESENTRAÑANDO (OK, NO)

EL ORIGEN DE (OK, TAMPOCO)

LAS DEUDAS

 

 

Susana Guarneros refiere que se considera al cliente como ‘deudor’ cuando deja de abonar a su cuenta por un periodo de dos meses: “Ya para que la tienda asuma que una persona es morosa deben pasar seis meses sin pago alguno y comienza otro trámite con el departamento de cobranza en donde se trata de localizar al cliente en sus domicilios para hacer convenios”, agrega.

 

De las 698 mil 677 tarjetas aprobadas a los clientes ‘no totaleros’ (que no cubren el total de su deuda mensual), Banxico indica que el total del crédito otorgado fue de tres mil 901 millones de pesos en 2014.

 

Según datos de la Consultora HR Rating, Coppel prevé una cartera de crédito para este año (2015), de 16 mil 192 millones de pesos. Asume también una previsión de riesgos crediticios por 3 mil 984 mdp.

 

 

 

Claudia Camarena y Susana Guarneros, ambas empleadas de Coppel, coinciden en que los principales factores que propician el atraso en los pagos y el mal manejo de las cuentas por parte de los clientes, se debe a que piden artículos de lujo (como pantallas o smarthphones) o dinero en efectivo que excede sus posibilidades. Otro factor se concentra en el préstamo de sus cuentas a familiares o amistades.

 

Camarena indica que sí existe una notificación por parte del Corporativo para hacerle saber a los clientes que están a punto de exceder su límite de crédito, pero que éstos generalmente hacen caso omiso.

 

“Considero, por lo que veo, que la gente se endeuda por las exigencias que demandan los demás, por ejemplo la tecnología cada día tiene mejoras y lo que nos interesa a la mayoría es estar actualizados cueste lo que cueste, entonces consideran que un crédito les facilita el acceso a esos artículos y no se fijan si podrán cubrirlo en un futuro”, concluye Claudia.

 

Los abogados internos y externos del Corporativo Coppel son los encargados de hacer los cobros a los clientes morosos, sin embargo estos no están autorizados para realizar ningún embargo, más sí de conseguir que la empresa recupere su cartera vencida. 

 

 

LA LLAMADA INCÓMODA

(NO, LA DE TU EX NO)

En octubre del año pasado la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, Condusef, publicó en el Diario Oficial de la Federación, las nuevas reglas para los despachos de cobranza, entre las que se encuentran el uso de números de teléfonos accesibles para la identificación por parte del deudor. En caso de que el despacho incumpla con esta o alguna de las demás disposiciones, será sancionado con multas que desde 13 mil 458 pesos, hasta 134 mil 580 pesos.

 

 

 

Nuestra fuente trabajó por un año y medio para una agencia de cobranza de nivel nacional y explica el proceso de cobro de esta institución en particular. Por motivos de confidencialidad omitiremos identidades.

 

¿CÓMO SE ASEGURAN DE QUE LOS EMPLEADOS SON AMABLES?

“Cien por ciento de las llamadas son almacenadas: la agencia cuenta con un sistema de grabación de llamadas para asegurar la calidad y el valor de la empresa”.

Si has recibido las mañanas con la melodía del cobrador, probablemente hayas escuchado algo respecto al monitoreo de tu llamada:

"¿POR QUÉ LO HEMOS CONTACTADO?”

Estas agencias no son más que intermediarios de los bancos para procurar el cobro óptimo de sus deudores. Buscan establecer un dialogo que asegure el cumplimiento de la deuda por parte del titular de la cuenta.

 

Si usted tiene un crédito ya sea al corriente o vencido, o realiza transacciones comerciales mediante facilidades de pago con alguna organización pública o privada, tenga por seguro que su número telefónico será proporcionado a alguna de estas agencias.

 

Entre sus declaraciones de servicio, algunas empresas aseguran que su único objeto es que los titulares se mantengan al corriente y conserven la reputación crediticia que les permitirán disfrutar  los beneficios del crédito. 

 

En tanto, y por disposición oficial, existen cláusulas que los intermediarios deben cumplir como: no evidenciar mediante listas negras o cartelones que hagan público (ya sabe, en el vecindario) que usted tiene una deuda.

 

 

MASAJE CON  FINAL FELIZ (DESPUÉS DE QUE CASI TE C*GEN)

Después de todo, “no hay mal que dure cien años” ni deudor que no salga de buró. El diablo aún mantiene abierta una alternativa: la quita, ese descuento tentador que te exime de los intereses (sólo pagarás por el refri, no por el tiempo que no pudiste pagarlo). A cambio, accederás a ser herrado con el sello de “No paga completo”, lo que quiere decir que tendrás una nota negativa en tu historial crediticio por seis añitos.

Recuerda que en el pedir está el dar: si estás harto de recibir recordatorios de tu deuda trata de ser prudente y establecer un diálogo con el cobrador que dirija a una solución viable para ambas partes, un “ganar-ganar” y procura siempre mantener la calma, esto te evitará caer en malinterpretaciones.

LA DENUNCIA

COMO LA LEY DE HERODES
EL IVA QUE SE PAGA CON FAVORES
DESDE LA TRINCHERA DEL COBRADOR
LA LLAMADA INCÓMODA
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